Antes de subir al Pico de la Dueña, la altura más importante del Camino, me vuelvo a perder por no seguir una flecha, lo que me supone hacer unos 6 km de propina. Vuelvo atrás y empiezo la subida, literalmente campo a través. Cuando llego al punto de la foto, me entra una gran alegría suponiendo haber llegado a la cumbre, pero tras observar detenidamente, veo que el camino sigue subiendo (mi gozo en un pozo), por lo que deduzco que ésta no es la famosa Cruz de Santiago. Efectivamente, posteriormente veré otras cruces de madera como esta. A seguir subiendo.