Tramo de lo más complicado. Como se puede observar en la foto, no se aprecia el camino, y como es natural me perdí. Tras dejar atrás el puerto de los castaños, el repetidor y el antiguo hotel, nos introducimos en una dehesa en la que la escasez de flechas y la altura del pasto hace fácil perder el camino. Tras dejar la bici en el suelo, me dediqué a inspecionar los alrededores hasta dar con una alambrada que me indicó el camino, ya que se ha de llevar a la izquierda.