Tras salir de Cañaveral y dejar a la izquierda la ermita de San Cristobal, iniciamos la subida del puerto de los Castaños, cuyo tramo más duro es el de la fotografía, la famosa subida del cortafuegos. ¡Durísima! Andando y empujando la bici, y así y todo, solo podía dar dos o tres pasos seguidos.