Paterna y el nuevo paradigma ciclista
Amenazaba lluvia una fría mañana de finales de octubre cuando me acerqué a Paterna con mi bici y mis colegas. Habían llegado hasta nosotros noticias de un singular evento, mitad paseo por el desconocido e idílico paraje de la Pata del Caballo, mitad desafío personal por la dureza del recorrido. Sorprendente resultó la experiencia, bonito el recorrido, novedosa y enriquecedora la convivencia con otros aficionados, reponedor y divertido el almuerzo final. ¡Y todo gratis!
Cartel anunciador de la VI Ruta
Corría el año 2003 y empezaban a gestarse los nuevos tiempos de un viejo deporte, el ciclismo. La bicicleta ha pasado de ser instrumento de transporte y juguete caro a multiplicar sus posibilidades. Ahora somos muchos los que la utilizamos de variadas formas y para muy diversos usos. Atrás quedaron aquellos primeros ciclistas épicos que subían puertos imposibles con los neumáticos cruzados en el pecho y un bote de agua, aplaudidos por la admiración popular. Muchas cosas han ido cambiando desde entonces.
Un grupo de paterninos, enamorados del invento y con una voluntad, ilusión y abnegación poco parangonable, han sabido ir captando la nueva manera de entender este deporte, y lo han logrado por algo fundamental y básico; han hecho amigos.
Año a año la Ruta Sierra de Paterna, o Cicloturismo Pata del Caballo, o Maratón de Paterna o como den en volver a llamarlo, ha ido enriqueciéndose, actualizándose, endureciéndose y sirviendo de ejemplar modelo a seguir.
Pero ¿en qué consiste ese nuevo paradigma ciclista? No es fácil catalogarlo y etiquetarlo, se está aún gestando y hay multitud de variantes que lo enriquecen. Queda claro que el aficionado a la bicicleta huye cada vez más de las carreteras, el ciclismo como deporte había estado vinculado a las competiciones de bicicletas de carretera, que aún sigue siendo la reina y mimada por los medios y Federaciones, y por ello donde desarrollan sus cualidades los mejores deportistas. Pero los aficionados de base ya no montan en “flacas” (bicicleta de carretera), ahora lo hacen en sus “gorditas” (bicicleta todo terreno o de montaña –BTT, MTB-). Los niños y noveles no van a velódromos, pistas o a rodar con sus escuelas de ciclismo por las peligrosas carreteras. Ahora toman sus bicis y exploran los caminos aledaños con los colegas, cada vez más lejos, buscando nuevos terrenos y desafíos, como se hacía antaño con el tirachinas colgado del bolsillo de atrás. Y son millares, millones los que tenemos una bici en casa de estas características.
Estas nuevas bicicletas son multipropósito, como no lo eran las otras, las puedes seguir usando como simple transporte pero en terrenos más variados, prácticamente sin limitaciones. Donde quieras ir, vas con tu bicicleta. Y permiten iniciarte en el nivel deportivo, aquél que sencillamente va exigiendo un poquito más de tu cuerpo, lo activa, dispara la química interna, la transpiración, elimina toxinas, amplía y limpia los pulmones, los fortalece. Con ese pequeño bagaje de haber despertado tu cuerpo, estás preparado para el nuevo ciclismo, no necesitas un entrenamiento de semiprofesionalismo.
